Amor manando a borbotones
de tu pecho abierto,
manando al compás
de los latidos decadentes
que escupen lo que queda
de tu vida
en gotas de amor transparentes.
Amor que se desliza velozmente
tronco abajo,
sorteando astillas y hendiduras
en el árbol que es tu yugo
y es tu trono;
Amor que empapa el suelo
y oscurece la tierra
con el color opaco de la muerte.
Amor que salpica de improviso
mi mirada
cuando mi helada indiferencia
te traspasa.
Amor que, sin permiso,
penetra mis rincones,
asalta mis almenas apagadas
para encender al corazón
que dormitaba, mecido por las
olas
del tiempo, de sus prisas
que se roban la paz virgen
de mis ojos, mis oídos y mi boca.
Amor, hecho más dulce
por palabras milagrosas,
salió de Ti en postrer suspiro
y viene a mí para inundarme,
para infundirme una locura
que me embriaga.
Amor, sólo por ti
me he enamorado de la muerte,
porque sin muerte, Amor,
jamás yo viviría.
Amor, por ti me he enamorado
de la Vida.
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