Por alguna razón, la fotografía me apasiona. No sé nada sobre el funcionamiento de las cámaras, ni de cómo captar bien la luz en una toma determinada...lo único que sé es tomar una cámara y guardar en ella la imagen de un segundo que siento que debe perdurar. Una de las fotos más increíbles que me ha dejado mi inexperiencia en este arte es, para mí, una muy sencilla, de la puerta de la Sagrada Familia de Gaudí en Barcelona. La puerta de la fachada de la Pasión tiene esculpidas en relieve los versículos de los Evangelios que hablan de la Pasión y Muerte de Jesús. Ciertas frases memorables resaltan al ser de un color diferente a las demás. Quizá la que más me gusta es la que captura esta foto, la pregunta que hizo Pilato desde lo más profundo de su alma y que a todos nosotros nos ha asaltado al menos una vez en la vida: "I què es la Veritat?" "Quid est Veritas?" "¿Y, qué es la Verdad?"
Sí, sé que puedo ser acusado de intolerante o de orgulloso al pretender poseer la Verdad. Pues bien, hace unos meses escribí una entrada sobre la Filosofía, diciendo que era mi opinión. En esa entrada, un Anónimo me dejó el que muy posiblemente sea el comentario más inspirador que me han dejado en el blog. Fue algo así como una bofetada...pero las bofetadas sirven para hacernos despertar. El comentario dice: "You tell us it's your opinion in font, weakening your arguement. It reads like you are making a declaration that you want people to hear but not to listen. Don't hunch. Stand straight. Don't wisper. Speak up. Don't give a blank stare and try to convince us. Give us a piercing stare and tell us the truth."
Acabo de terminar de leer un libro de G.K. Chesterton en el cual encontré ese mismo mensaje, y cuya línea de pensamiento sigo ahora. Vivimos en un mundo en el que está bien hablar sobre fútbol (y no es que lo menosprecie, a mí me encanta y me apasiona el fútbol), sobre el precio de cambio del dólar, sobre nuevas tecnologías, sobre alguna novela en la lista de Bestsellers, sobre una nueva canción, sobre el vecino...y no sólo está bien hablar de ello, sino que además se espera que tengamos una opinión sólida sobre cada una de estas trivialidades y que la defendamos a capa y espada. Sin embargo, si alguien pretende afirmar que alguna filosofía de vida, algún ideal o algún concepto religioso son su Verdad, inmediatamente es acusado de intolerante, retrógrada y demás. En palabras de Chesterton: "Everything is important with the exception of everything." Y es que en realidad la religión, el Amor de Dios, es lo único que engloba todo, que perfecciona todo.
No puedo aspirar a conocer todo lo que hay que conocer sobre mi fe, a comprender toda la belleza de sus misterios, ni siquiera a ser un ejemplo de cómo ésta debe ser asumida como Verdad y vivida como tal en cada instante de la vida. Sin embargo, sí puedo decir que me he atrevido a aceptar la locura del Amor y a luchar por vivirla. Digo locura, porque por definición la Fe, la Esperanza y el Amor son locura. El único momento en el que confiar es una heróica virtud es cuando hemos perdido toda Esperanza. El único momento en el que amar es un acto de valentía y de grandeza es cuando parece ilógico pelear por la felicidad de alguien que amamos. El único momento en el que la Fe tiene sentido es cuando no podemos probar las cosas en las que creemos y sin embargo creemos en ellas, y éstas nos inspiran a ser mejores, a soñar; cuando no podemos ver a Dios pero sabemos que Él nos ve a nosotros y esbozamos una sonrisa. El único momento en el que vivir tiene sentido es cuando la vida se convierte en una lucha desesperada por ser feliz y por hacer felices a los demás, cuando se convierte en una lucha por estar convencidos de que la vida es digna de vivirse.
Y es porque me atreví a dar ese paso que ahora creo en esta hermosa Verdad y voy a defenderla hasta que muera. Es hermoso vivir con ideales, con sentimientos, con sueños, con risas...con todas esas cosas que nos hacen ser humanos. Es hermoso vivir en busca del sentido de la vida. Si somos constantes, al final, como el Pierre de "Guerra y Paz," nos daremos cuenta de una cosa: "He could have no purpose, because now he had faith...this seeking for a purpose had only been a seeking for God." (Tolstoy)
Sí, sé que puedo ser acusado de intolerante o de orgulloso al pretender poseer la Verdad. Pues bien, hace unos meses escribí una entrada sobre la Filosofía, diciendo que era mi opinión. En esa entrada, un Anónimo me dejó el que muy posiblemente sea el comentario más inspirador que me han dejado en el blog. Fue algo así como una bofetada...pero las bofetadas sirven para hacernos despertar. El comentario dice: "You tell us it's your opinion in font, weakening your arguement. It reads like you are making a declaration that you want people to hear but not to listen. Don't hunch. Stand straight. Don't wisper. Speak up. Don't give a blank stare and try to convince us. Give us a piercing stare and tell us the truth."
Acabo de terminar de leer un libro de G.K. Chesterton en el cual encontré ese mismo mensaje, y cuya línea de pensamiento sigo ahora. Vivimos en un mundo en el que está bien hablar sobre fútbol (y no es que lo menosprecie, a mí me encanta y me apasiona el fútbol), sobre el precio de cambio del dólar, sobre nuevas tecnologías, sobre alguna novela en la lista de Bestsellers, sobre una nueva canción, sobre el vecino...y no sólo está bien hablar de ello, sino que además se espera que tengamos una opinión sólida sobre cada una de estas trivialidades y que la defendamos a capa y espada. Sin embargo, si alguien pretende afirmar que alguna filosofía de vida, algún ideal o algún concepto religioso son su Verdad, inmediatamente es acusado de intolerante, retrógrada y demás. En palabras de Chesterton: "Everything is important with the exception of everything." Y es que en realidad la religión, el Amor de Dios, es lo único que engloba todo, que perfecciona todo.
No puedo aspirar a conocer todo lo que hay que conocer sobre mi fe, a comprender toda la belleza de sus misterios, ni siquiera a ser un ejemplo de cómo ésta debe ser asumida como Verdad y vivida como tal en cada instante de la vida. Sin embargo, sí puedo decir que me he atrevido a aceptar la locura del Amor y a luchar por vivirla. Digo locura, porque por definición la Fe, la Esperanza y el Amor son locura. El único momento en el que confiar es una heróica virtud es cuando hemos perdido toda Esperanza. El único momento en el que amar es un acto de valentía y de grandeza es cuando parece ilógico pelear por la felicidad de alguien que amamos. El único momento en el que la Fe tiene sentido es cuando no podemos probar las cosas en las que creemos y sin embargo creemos en ellas, y éstas nos inspiran a ser mejores, a soñar; cuando no podemos ver a Dios pero sabemos que Él nos ve a nosotros y esbozamos una sonrisa. El único momento en el que vivir tiene sentido es cuando la vida se convierte en una lucha desesperada por ser feliz y por hacer felices a los demás, cuando se convierte en una lucha por estar convencidos de que la vida es digna de vivirse.
Y es porque me atreví a dar ese paso que ahora creo en esta hermosa Verdad y voy a defenderla hasta que muera. Es hermoso vivir con ideales, con sentimientos, con sueños, con risas...con todas esas cosas que nos hacen ser humanos. Es hermoso vivir en busca del sentido de la vida. Si somos constantes, al final, como el Pierre de "Guerra y Paz," nos daremos cuenta de una cosa: "He could have no purpose, because now he had faith...this seeking for a purpose had only been a seeking for God." (Tolstoy)
Los hombres tienen sed de Verdad y no se dan cuenta. Muchas veces, la mayoría de las veces, no saben cómo buscarla, por lo que se crean ellos mismos una verdad para vivir; no los culpo, están en su derecho, pues aquella insaciable búsqueda de razón y de propósito inquieta al alma, angustia al espíritu, y gracias a esa angustia, buscan irremediablemente un baluarte, paz de espíritu. Pero los palacios etéreos se los lleva el viento, y no queda nada. Así, vuelven a construir una fortaleza en las nubes, concibiéndola más fuerte que la anterior, pero el resultado es el mismo: la más leve brisa difumina todo, y vuelven a caer en la desesperación. La desesperación de la muerte que no tiene sentido. Lástima que sea cuaresma, pues sólo puedo decir "Honor y gloria a ti", pero eso será suficiente. Pues en verdad, quien busca, encuentra.
ResponderEliminar