Hoy, Enrique Peña Nieto ha tomado posesión de la Presidencia de México. No voy a hablar ahora de si me gusta o no la idea de que Peña haya ganado las elecciones, porque no es momento. La democracia mexicana (que quizá aún sigue siendo una democracia en pañales) lo ha elegido a él, y como mexicanos es nuestra responsabilidad aceptar al nuevo Presidente y apoyarlo para que la fuerza unida de todos nosotros impulse a nuestro hermoso país hacia adelante. Es nuestra responsabilidad respetarlo y desear que el esfuerzo que él haga por México sea el mayor. Es nuestro compromiso también seguir luchando para que nuestra patria mejore día con día, porque el cambio que necesitamos sólo puede darse si cada uno cambia en su interior.
Peña Nieto tiene a partir de hoy un reto enorme. Y es que, en mi opinión y digan lo que digan, Felipe Calderón hizo una labor extraordinaria como presidente. En primer lugar, porque tuvo el valor de oponerse al crimen organizado, a pesar de todas las críticas que esto generó. Por supuesto, es triste que se hayan tenido que perder tantas vidas y que ahora mismo la situación de violencia y de miedo en ciertas regiones del país sea tan crítica. Yo pienso, sin embargo, que era necesario actuar ya contra el crimen organizado. Si se hubiera dejado que continuaran tejiendo sus telarañas por debajo del agua y que siguieran ganando fuerza en secreto, quién sabe cómo hubiera sido el día en el que alguien se hubiera atrevido a intentar ponerles un alto. En segundo lugar, porque la situación de México a nivel internacional está mejor que nunca. Prueba de ello es el hecho de que México tiene este año la presidencia del G-20, que la cumbre en Los Cabos fue un éxito, y que todos los líderes internacionales se expresan de México y de Calderón con respeto y hasta con cierta admiración. Los discursos que ha pronunciado ante la Asamblea General han sido excelentes. En tercer lugar, porque económicamente México también se encuentra en estado de gracia. Es mundialmente conocido que México tiene el potencial de convertirse en una de las mayores economías durante el siglo XXI. Durante estos últimos años se ha ahorrado y las arcas del país se encuentran bien, llenas.
Creo que el reto que tiene ahora Peña Nieto es el de mantener esa línea. Tiene que mantener el buen estado en el que se encuentra México económicamente y en el panorama internacional. Más aún, tiene que intentar buscar una solución al problema de la guerra contra el narcotráfico, una solución que termine con el crimen organizado pero que garantice la paz de igual manera. No podemos ni debemos permitir que los criminales regresen a sus escondites y se pongan a tramar cosas desde allí. Hay que terminar con ellos y encontrar la paz. Además, creo que se tiene que buscar una mejora notable en la educación y en la salud dentro del país, pues eso nos llevará a mejorar de cara al futuro.
Por último, en estos seis años de futuro que hoy se alzan frente a nosotros, existe otro reto, pero es un reto que todos los mexicanos debemos de asumir. Es el reto de permanecer unidos. Es el reto por ser ciudadanos coherentes, honestos, fieles a su patria. Es el reto de hacer que la paz comience en nuestros hogares, en nuestras amistades. Es el reto de pensar en nuestras decisiones. Para los padres, es el reto de educar a sus hijos como hombres y mujeres de bien que puedan en un futuro sacar a México adelante. No se preocupen tanto por qué clase de mundo le dejarán a sus hijos, sino por qué clase de hijos le dejarán al mundo. Para los hijos, es el reto de aprender a formarse con obediencia, con firmeza, para superarnos a nosotros mismos y mejorar.
Para todos los mexicanos: es el reto de creer y de luchar por un México mejor.
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