Nietzche ha muerto

En una clase de Filosofía se oye de todo. Y bueno, es que con tantísimas personas que han filosofado (o que han creído hacerlo), es de esperarse que nos encontremos con teorías que nos agradan y también con pensamientos con los que uno no se identifica para nada. A mí la Filosofía me apasiona: me encanta ver cómo el pensamiento humano ha ido evolucionando y cómo han surgido tantas ideas tan diferentes acerca de los mismos pocos temas que son eternos. También me gusta usar lo que sé y lo que pienso para generar mis propias conclusiones sobre esos mismos temas.

Bueno, todo esto lo escribo porque el último tema que vimos en mi clase de Filosofía fue Nietzche. A la miss se le ocurrió que leyéramos "Así habló Zaratustra." No sé cuántos de nosotros lo leímos en realidad; yo la verdad no lo hice. Leí unas cuantas páginas, pero...hombre, la verdad es que me pone de malas leer a Nietzche. Una vez intenté con "El Anticristo" y no pasé de las diez páginas. No es bueno hacer estos juicios, lo sé, y quizá me falte tolerancia...pero es que para mí estar leyendo y que en la quinta página me venga con eso de que "Dios ha muerto"...no lo aguanto, vaya. Y luego el superhombre...

Cada quien puede pensar lo que quiera, pero aquí escribo yo y aquí pongo lo que yo creo. Según lo que yo entiendo y lo que me explicaron en clase (si estoy mal, alguien corríjame, por favor), para Nietzche el superhombre es aquél que está libre de todos los prejuicios y de la moral de la sociedad humana, aquél que puede ponerse por encima de todos y de todo lo demás y crear sus propios valores. El superhombre debe permanecer fiel a la tierra y no tener esperanzas de eternidad. Porque los que esperamos en lo eterno estamos podridos y envenenados, y la Tierra está cansada de nosotros. Para el superhombre, lo más grande que podemos experimentar es el odio, el odio a la felicidad, a la razón y a la virtud. Les juro que no me invento nada, así está escrito en el librito ese. Perdón si ofendo a alguno con mis reflexiones, pero es lo que yo creo y tengo el deber de defenderlo. Y, hombre, ¡también tengo el derecho de hacerlo! No soy un filósofo yo, pero tengo mis ideales y quiero expresarlos. 

Pues bueno. Está muy bien que Nietzche haya pensado y escrito todo eso. Pues con perdón para él, pero yo lo que veo es que el que está muerto es él, y que Dios sigue vivo porque es eterno, y porque billones de personas creen en Él, lo aman, encuentran en Él la inspiración para cada segundo de su vida y anhelan encontrarlo algún día en la eternidad. Dios sigue vivo porque su Amor es la llama que mantiene viva a la humanidad. Dios sigue vivo porque miles y millones de personas han dado y siguen dando sus vidas para llevar su Bondad a cada rincón del mundo, y porque Él le da al sufrimiento, al dolor y a la lucha un sentido nuevo y hermoso.

Y ahora del superhombre. Por supuesto, yo creo que hay valores e ideales que están por encima del hombre, que son eternos e inmutables. Hay ideales como el amor, la amistad, la fidelidad y la lealtad, la libertad, el respeto, que nunca pasarán y que siempre dictarán los límites del bien y del mal. Intentar ponerse por encima de ellos, pienso yo, no llevará a la humanidad a ningún lado más que a la destrucción. Pensar que odiar todo esto es la sensación más placentera del mundo...bueno, mejor con eso me callo lo que tengo que decir. Para mí, el superhombre es aquél que consigue alzarse sobre el odio, el enojo, la envidia y el egoísmo. Para mí, el superhombre es aquél que logra conquistar sus pasiones y vencer sus impulsos más bajos. El superhombre es aquél que intenta vivir de acuerdo a esas eternas reglas que el Amor dictó desde el inicio del tiempo. Es aquél que cree en sus ideales, que lucha por alcanzarlos con paso firme y decidido y que los defiende hasta la muerte. Es el amigo que escucha y que guarda secretos, el que ríe y habla y llora con sus amigos. Es el joven que vive la pureza por años, los esposos que son siempre fieles. Es aquél que lucha por ser feliz a pesar de los problemas cotidianos, y que busca transmitir esa felicidad a los demás. Es aquél que busca la paz en su hogar y el bien de sus seres amados. Es aquél (nunca me cansaré de decir esto) que ama la vida y que vive el amor. Y, para mí, buscar ser mi definición de superhombre no está nada mal. Todo lo contrario. Yo quiero ser un superhombre algún día, pero sólo lo seré si amo a Dios y a todos los que me rodean, y si vivo para siempre fiel a todos mis ideales.