Enamórate del detalle...

Anoche tuve una conversación con un muy buen amigo mío. Es poco fácil platicar con mis amigos que están tan lejos; la mayoría de las veces tengo que quedarme despierto hasta las 2 ó 3 de la mañana para poder hacerlo. Ayer, sin embargo, desvelarme valió totalmente la pena. 


Mi amigo me decía que hay días en los que se aburre de lo mismo, en los que la rutina le parece demasiado monótona, en los que la vida carece de espontaneidad. Siempre es lo mismo: la misma gente, los mismos lugares, las mismas actividades...Yo me puse a pensar unos segundos, y le respondí con lo que es en mi opinión el ideal de una vida bien vivida. No digo que yo viva así; lo intento, y con todas mis fuerzas, pero está claro que es algo poco fácil de lograr. Hay que vivir apuntando a lo más alto, pues sólo con ese esfuerzo de todos los días para ser el mejor hombre que puedo ser lograré mejorar poco a poco. "La perfección es una meta, no un estado," escribió José Luis Martín Vigil. Así, aunque lo que propongo parezca una utopía, seguir este camino es, en mi opinión, la única vía hacia la felicidad.


"Enamórate del detalle," comencé a responder. "Así es la vida...no siempre puedes encontrar grandes cosas que se salgan de la rutina. Y aunque tienes que saber valorar esas sorpresas que hay...¡también hay que aprender a ser feliz con la rutina! Los pequeños detalles le dan espontaneidad a la vida. Mira los atardeceres: fíjate en que cada tarde, las nubes son de una forma diferente, el cielo se pinta de un color distinto y el sol brilla cada minuto con una intensidad que no es igual a la del anterior. Disfruta tu comida, aprovecha las conversaciones con la gente y aprende algo nuevo de cada una...en los entrenamientos de todos los días, ¡mete goles como el que Messi metió hoy! Busca hacer cosas pequeñas, casi imperceptibles, que quepan en la rutina pero que se salgan de ella."


"Eso es difícil. Si fuera fácil, todos seríamos felices, Santiago, pero no es así," replicó él.


"¡Claro que es difícil! ¿Si no, qué sentido tendría? La gente que es realmente feliz es muy escasa...pero ese es el sello de un gran hombre. Claro que nada sería mejor que tener cosas totalmente diferentes que hacer todos los días, pero si te pones a disfrutar cada detalle, te vas dando cuenta de que en realidad todos los días son diferentes. Cuesta mucho trabajo, lo sé...pero la esencia de la vida es esa lucha por hacer que valga la pena. Mi mejor amigo me dijo un día: "La felicidad consiste en enamorarse de vivir." Y enamorarse de vivir es saber encontrar lo grandioso del detalle, saber encontrar que aun la "rutina" mas monótona tiene escondidas cosas sorprendentes e inesperadas. Poca gente se da cuenta...pero sólo la gente que lo hace es verdaderamente feliz. Hoy, por ejemplo: me tomé un café en un pueblito con unos amigos. Me he tomado mil cafés, pero ninguno con la compañia de hoy, ninguno con el sabor de hoy, ninguno bajo el sol de hoy, ninguno con las risas y las palabras de hoy...Siempre hay nuevas cosas, nuevos retos personales, por más pequeños que sean. Y la lucha por encontrarlos es lo que hace que la vida sea digna de vivirse."


Ahí acabó el núcleo de mi conversación. Pero seguí pensando en ella. Ahora que estoy lejos de casa, se me hace más difícil encontrarle un sentido a todo, pero creo que gracias a esto, logré hacerlo. El único sentido que es eterno es este: enamorarse de vivir, enamorarse del detalle...y vivir el amor en cada una de nuestras acciones. Esta es la única garantía de la felicidad.



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