Felicidad y Libertad

El hombre busca en su vida dos cosas: la felicidad y la libertad. Y es que verdaderamente a eso está llamado, para eso fue creado. Está grabado en su espíritu como si estuviese cincelado en piedra.


A lo largo de la historia, estas dos cosas han sido buscadas con ansia, con desesperación, quizá en algunos casos hasta con locura. El hombre vive en una búsqueda constante por encontrar la plenitud que le proporcionan la felicidad y la libertad. Y sin embargo esta búsqueda se vuelve tan necesaria que el hombre a veces se encamina en sendas equivocadas para intentar encontrar esas dos cosas. Magia, oscuridad, mentira, arrogancia, droga, sexo...todos estos son nombres de caminos que ha tomado la gente para tratar de encontrar la felicidad y su libertad. Pero todo eso no es más que un engaño. Todo el mundo lo sabe. Todo el mundo reconoce en lo más profundo que son cosas vacías que no llevan a ningún bien real. Y sin embargo, es tan grande la sed que está inscrita en las profundidades del alma de felicidad y de libertad, que un alto porcentaje de la gente, especialmente de los jóvenes, se aventura en estos lugares. Una vez ahí, viven en el engaño y la decepción; buscaban ser felices y libres y terminaron siendo desdichados y esclavos de sus adicciones y pasiones. Se arruinan vidas, y la gente que lo causa es totalmente consciente de ello, pero ellos son esclavos también de pasiones que no pueden controlar, y no se lanzan solos al abismo. No, se llevan con ellos a tantos como pueden.


El mundo nos ha puesto un velo frente a los ojos. Nos envuelve e ilusiona con su falsa libertad, con un delirio de felicidad completamente irreal. Nubla nuestras vidas con mentira. Y a veces, los que creemos en la Verdad nos sentimos completamente desesperanzados ante la situación fatídica de un mundo que aparentemente se hunde cada vez más. ¿Hay alguna respuesta, alguna salida, algún camino a la plenitud de la felicidad y de la libertad?


Hay dos frases de dos personas famosas e importantísimas en la historia que quizá tengan al menos un poco de la respuesta. "Ama y haz lo que quieras" y "La Verdad los hará libres". ¿Un poco extraño, tal vez? ¿Es incoherente, incompatible que la libertad se encuentre en el Amor y en la Verdad? ¿Acaso no son opresivos, con sus reglas, lineamientos, prohibiciones y demás?


Primero, hay que recalcar que la libertad no es poder hacer lo que se me dé la gana cuando se me dé la gana. Eso es libertinaje y es una cosa muy distinta. Mi libertad termina cuando comienza la libertad del otro. La libertad en sí no nos ata, pero sí está sujeta al respeto, a la solidaridad y sobre todo, a la responsabilidad. Una plenitud, por lo tanto, sólo puede conseguirse cuando el ejercicio de mi libertad es consciente de los demás.  Y aún más cuando se pone en primer lugar la libertad de los demás que la propia. La abnegación no es esclavitud. Es sólo un escalón más en nuestra ascensión a la felicidad. Por lo tanto, si la libertad es ejercida de acuerdo al Amor y a la Verdad es plena y nos conduce a la felicidad.


Porque, ¿cuándo se es más feliz que al amar y al ser amado? Visto desde la propia experiencia, hay más felicidad cuando, al amar, se doblega la libertad a la voluntad por el bien del amado, que cuando se vive en total libertinaje sin siquiera sopesar el peso de nuestras acciones.  Ama, entonces, y haz lo que quieras. ¿Lo que quieras? Sí, porque al amar lo que se quiere es el bien, y para el bien no hay excesos. 


Ahí está, creo yo, la clave para los problemas del mundo: en el Amor y en la Verdad. Si lo quieren más claro aún...¿quién es el único que ha sido definido como Amor y Verdad (así, con mayúscula)? Más claro no se puede. Y sólo ahí encontraremos la felicidad y la libertad infinitas, la plenitud del ser.

Comentarios

  1. Me parece muy acertado tu comentario, la felicidad y ese horizonte de realización que espera al individuo cuando la encuentra, son anhelos que guían la existencia de muchas personas. Creo también que debe alguien hacerse responsable por ofrecer una guía, una orientación verdadera a esas personas que se buscan a sí mismas y que buscan, al mismo tiempo, el sentido de su existencia.
    Convertirse en esa persona en el Amor y por el Amor,es lo que necesitamos todos.

    JLLD

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  2. Sí, estoy de acuerdo en que los que conocemos al menos un poco la Verdad tenemos la responsabilidad de ser guías de los demás en esta búsqueda difícil e importantísima...hay un peligro: la soberbia; pero si se hace, como dice usted, en el Amor y por el Amor, podríamos decir que el peligro se cancela y que sólo queda ese Amor que nos permitirá llevar a los otros a la felicidad en el Amor y la Verdad....gracias por el comentario!

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