Dicen...


Este es un poema que escribí hace casi dos años. Es diferente a la mayoría de los otros que he escrito, menos típico, creo yo. No es ninguna maravilla, pero a mí personalmente me gusta porque su tema no es algo común. Aquí está:

Dicen que fue hecho de lodo,
Que con un soplo le infundieron vida.
¿Salió de la nada o del todo,
De las olas del mar o de una noche estrellada?

Dicen que surge de lo más pequeño
Hecho, por alguna razón, lo más grande.
Dicen que un grito perfora el aire
Cuando ve la luz por vez primera;
Dicen que le da rienda suelta al llanto
Cuando acaricia la vida al despuntar de su alba.

Dicen que su número se acerca al de los granos de arena,
Que crecen más que un árbol bajo la lluvia;
Que les fue dado todo sobre la faz terrena,
Que las estrellas fueron formadas para su alegría.
Dicen que los volcanes les rinden pleitesía,
Que los glaciares se doblan ante ellos.

Dicen que ha llegado a la luna,
Que cruzó el océano sin detenerse.
Dicen que sus sueños llegan más alto que el lucero de la mañana,
Que sus esperanzas son dignas de cerrarse
Como un cálido puño sobre una rosa.

Algunos dicen que al primer viento se tuercen
Igual que una margarita;
Otros dicen que resisten como una montaña
Las inclemencias del tiempo, de pensamientos
Y palabras ajenas.

Dicen que es el único que en verdad siente,
Que sus emociones queman más que un abrasador hielo
Y que congelan más que el fuego de una hoguera.
Dicen que sólo él habla,
Que sólo él piensa,
Que sólo él es consciente al moverse,
Que sólo él cree,
Que sólo él espera…

Dicen que solamente él puede amar;
Que sólo él comprende la inmensidad de esta palabra.
Dicen que sólo é les capaz de entregarse
Y así, saberse amado.

Dicen que solamente él puede amar.

Aquel ser tan dulce, aquella complicada creatura…
Él que es tan hermoso, tan sublime,
Tan profundo, tan sensible,
Él…tenía un nombre.

Pero, ¿cuál era ese nombre?
¿Cómo designar a tan perfecto ser,
Al amo de la creación,
A ese que conoce los misterios del universo?

¡Tenía un nombre! ¡Inspírame, musa, inspírame!
¿Cuál era aquella palabra…?

¡Ah...,sí!

Dicen los sabios, las musas y los dioses,
Dicen los murmullos en el viento,
Dicen las corrientes de los ríos…
Dicen que se llama…hombre.

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