A veces quisiera

A veces quisiera, Jesús
(¡con toda mi fuerza!),
a veces quisiera que más te siguieran.
Que más conocieran, Jesús,
tu Rostro, tu Vida,
que se enamoraran de tu Primavera.

A veces quisiera, Jesús,
que el mundo completo
en el Fuego tuyo ardiendo estuviera;
que más se encendieran, Jesús,
tantos corazones,
que se transformara la Faz de la tierra.

A veces quisiera, Jesús,
que vieran tus huellas
más claras los hombres, y se decidieran;
que ya no dudaran, Jesús,
de ti, de sí mismos,
que a ir mar adentro por fin se atrevieran.

A veces quisiera, Jesús,
que fuéramos muchos,
que fuéramos más los que contigo sueñan.
Que hubieran más saltos, Jesús,
a abismos vacíos,
a honduras temidas, a donde Tú esperas.

A veces quisiera, Jesús,
que hubiera más cruces,
que hubiera más granos de trigo, y murieran.
Que hubiera alegría, Jesús,
brotando serena
de los manantiales de sangre y entrega.

A veces quisiera, Jesús,
ver más sacerdotes
que fueran ternura y pasión, y vivieran
para ser el cauce, Jesús,
de tu Vida nueva,
de tu Amor amigo y tu Paz compañera.