A Cristo Crucificado

Quizá este poema anónimo (que algunos atribuyen a Santa Teresa de Ávila, otros a San Juan de la Cruz...) sea el mejor que se haya escrito en la historia. De los que he leído, que son pocos, es el que más me gusta y me llega a lo más profundo del alma.

No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte. 

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte. 

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera. 

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Comentarios

  1. eres una persona impresionante, gracias a ti me puedo dar cuenta de cosas que sin el amor de Dios, uno jamas lograra ver, ojala y todos los catolicos tuvieramos tu fé, saludos

    ResponderEliminar
  2. Checa tu correo, Santi. Un beso. :*

    ResponderEliminar

Publicar un comentario