19 Años

Pues ya queda media hora de mi cumple y es hora de hacer una reflexión final. 19 años es muy poco...en realidad mi vida de verdad acaba de empezar. Y sin embargo, durante los 18 años que he dejado atrás, Dios me ha llenado de más bendiciones de las que a mí se me ocurrirían si quisiera escribir la historia del hombre más feliz del mundo. En primer lugar, obviamente, me dio el regalo de existir. Estar vivo, poder abrir los ojos y respirar pausadamente al despertar, sentir que mi corazón palpita en mi pecho...no me acuerdo dónde escuché que "la vida es para sentirse vivo", y siento que Dios me ha regalado eso durante estos años de vida. Aunque en realidad me siento vivo no por experimentar esas cosas físicas, sino por todo lo que me llena el alma. Y ese es el segundo regalo que Dios me dio. Es un regalo que consiste en muchas cosas, pero que podría resumir en una palabra: amor. Es el amor que Él me tiene, ese amor infinito, incondicional...ese amor que me ama más que nunca cuando yo siento que mi corazón está destrozado. Es el amor de mi familia que se manifiesta en los consejos de mi papá, la ternura de mi mamá, la sinceridad de mi hermana y la alegría de mi hermano. Es el amor de mis amigos...o sea, esa amistad que escogimos darnos libremente entre nosotros y que nos lleva a jugar fut juntos, a morirnos de risa, a llorar a veces, a apoyarnos...y que incluso nos llevaría a dar la vida. Es el amor que en mayor o menor medida me han dado todos los que han cruzado mi camino, ese amor que ha surgido a veces espontáneamente en unas horas y que ha ido esculpiendo mi alma. Es también el sacrificio y el sufrimiento que implica cualquier amor, y que ha forjado lo que soy. Es el amor que yo he luchado por dar en cada momento de mi vida, aunque a veces cometa los errores más bobos del mundo. Por supuesto, ahorita las palabras me faltan para expresar todo lo que ha sido mi vida...pero me gustaría resumirla en esa frase que me encanta: Militia est vita hominis super terram. La vida del hombre sobre la tierra es una lucha constante. Mi vida es una lucha por definir mis ideales y por mantenerme fiel a ellos a toda costa. Es una lucha por enamorarme de vivir y así poder ser feliz y hacer felices a los demás. Es una lucha por amar a Dios y a todos los que caminan a mi lado. Es una lucha...pero es una lucha que vale la pena luchar. ¡La vida es digna de vivirse! Termino agradeciendo todas las felicitaciones que me han dado hoy...y agradeciéndole a Dios por estos 19 años. Espero que Dios me permita seguir luchando al lado de todos ustedes, mi familia y mis amigos. A todos, les doy las gracias...¡y los quiero como no tienen idea!

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