Locura de vida y muerte

Es absurdo que no verte por un día
cause tanto pesar en mi alma;
que tener de ti sólo el recuerdo, vida mía,
arranque de mis ojos una lágrima.


Pero, ¿no es el amor una locura?
¿No es también fuerza que libera a los corazones
de su llanto y de toda su amargura?
¿No es quien con puras y bellas pasiones


enaltece el espíritu, sostiene al mundo
y lo lleva al sacrificio más hermoso?
Que un mero sentimiento es más profundo,
pues de amar el enamorado está siempre deseoso...


El amor es entonar juntos un canto,
sosteniéndonos la mano, mirando un atardecer...
Es derramar las lágrimas de un llanto
compartido, abrazados, hasta caer


rendidos, rendidos los dos de amor.
El amor es quererte tanto que una rosa
vale poco para ti, con tu infinito valor,
que en mi vida no haya lejos de ti ninguna cosa.


Y así te quiero, tanto, que por ti
iría cada día al infinito y volvería.
Te quiero tanto, que por ti
moriría sin cesar día tras día.                         


Te quiero tanto que el brillo de tu rostro
opaca al del sol del estío,
tanto, que cuando tus ojos salen a mi encuentro
hacen que me olvide de estrellas en el frío.


Te quiero tanto que la infinita ternura
de cuando beso tu mano y tú besas mi frente,
esa ternura muda que detiene el tiempo con premura,
ilumina mis sueños, mi vida, mi mente.


Te quiero tanto que mi vida tiene esculpido
tu nombre en su esencia,
tanto, que mi muerte, cuando el amor haya cumplido,
será ante tus ojos, de tu mano, en tu presencia...

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