Lo único

Cuando sientas que el mundo te ha dado la espalda,
cuando sientas que yo mismo te he olvidado
por no cortar ya las rosas de ese viejo jardín
o por mirarte con un temor inconsciente,

toma mi mano y mira mis ojos,
y pronuncia tu música mil veces hermosa
y dime lo que piensas, y dime lo que sientes
y pídeme que te abrace y que te hable.

Y pide que te baje una estrella del cielo, mi niña,
y pide que traiga al mundo entero y lo ponga a tus pies;
y pide que Dios no nos separe jamás
porque lo único que importa es que te quiero.

En el eco de mis pensamientos estás tú, siempre.
En cada gesto, en mis palabras,
me das tú la fuerza de un viento inflamado,
de un fuego candente, de un suave rocío.

Quiero quererte por siempre, mi niña,
quiero que Dios me dé la fuerza para hacerlo...
Pero si fallo, si soy débil,
toma mi mano, y mira mis ojos...

Y pide que te baje una estrella del cielo, mi niña,
y pide que traiga al mundo entero y lo ponga a tus pies;
y pide que Dios no nos separe jamás
porque lo único que importa es que te quiero.

Lo único que importa es que te quiero.